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The Tabitha Projectin Mozambique supports young girls and women in developing skills such as sewing, cooking, or baking so that they can improve their situations. Photo by Ellyn S.

Tabitha Project es un ministerio centrado en las mujeres que enseña a mujeres y niñas habilidades comerciales, como hornear y coser, al mismo tiempo que las empodera y las equipa para ayudar a sustentar a sus familias.

En Mozambique, ubicada en la región de África Oriental, Otilia, Julieta, Palmira y María forman parte del Proyecto Tabitha, un ministerio enfocado en mujeres que ayuda a comunidades marginadas y empobrecidas a superar desafíos sociales, físicos, espirituales y económicos. Al enseñar habilidades para pequeños negocios, como panadería, costura y diseño, el Proyecto Tabitha capacita a jóvenes y mujeres para que puedan generar ingresos y mantener a sus familias. 

«También las entrenamos y les enseñamos la Palabra de Dios desde la Biblia, para que confíen en Él al gestionar sus negocios», explicó Otilia. 

Las jóvenes en estas comunidades enfrentan numerosos riesgos. Algunas entran en la industria del sexo o en matrimonios prematuros; otras abandonan la escuela por no poder pagar las cuotas escolares; algunas consumen drogas para escapar de su realidad. Los factores son múltiples: pérdida de padres, mujeres que huyen de sus hogares sin recursos, desplazamientos por desastres naturales o padres que no valoran la educación. Otilia decía que las animan a orar por sus padres y a reconstruir relaciones, ya que muchas confiesan tener dificultades para conectarse con ellos. 

 

Cosiendo para Dios 

El Proyecto Tabitha ayuda a mujeres de todas las edades. Marabda enfrentaba problemas en su matrimonio: su esposo la maltrataba y abandonaba el hogar sin proveer para sus hijos. Durante seis meses, Otilia, Palmira, Julieta y María le enseñaron a coser y cortar diseños de ropa para que pudiera iniciar su negocio y mantener a sus cinco hijos. 

«La ayudamos a coser con la Palabra de Dios», enfatizó Palmira. 

Otra mujer, Eliza, y su esposo tenían dificultades para generar ingresos suficientes. Ella tenía pasión por enseñar la Palabra de Dios a mujeres, pero carecía de recursos. En 2018, Eliza tomó el mismo curso de seis meses que Marabda y aprendió a coser y diseñar ropa. 

«También le enseñamos a usar, la costura y el diseño, como una forma de evangelismo», dijo Palmira. 

Tras dos años, Eliza ahorró lo suficiente para comprar una máquina de coser usada y ahora emplea su negocio para compartir el amor de Dios con otras mujeres. Gracias a sus nuevas habilidades, puede sostener a su familia y enviar a sus cuatro hijos a la escuela. 

«Su trabajo va bien y es una bendición», compartió Palmira.

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